La seguridad para APIs es una forma de ciberseguridad que cubre los protocolos, procesos y mejores prácticas para la protección de interfaces de programación de aplicaciones (APIs) contra brechas de datos, accesos no autorizados y otras amenazas.
Índice
La seguridad para APIs combina una gran variedad de herramientas para ayudar a las organizaciones a protegerlas ante un compromiso o una brecha. Protege la información confidencial y sensible, y protege los dispositivos del internet de las cosas (IoT), aplicaciones móviles y servicios en la nube.
Las interfaces de programación de aplicaciones (Application Programming Interfaces en inglés) son las reglas y protocolos basados en código que permiten que distintas aplicaciones de software interactúen, se comuniquen entre sí y compartan información.
Debido a que las APIs "hablan" con distintas aplicaciones e intercambian información con ellas, también pueden ser una forma en que los actores maliciosos obtengan acceso a aplicaciones, los sistemas sobre los que corren y la información que contienen.
La seguridad para APIs usa herramientas como la autentificación y autorización, controles proactivos de acceso, tecnologías de encripción de datos y medidas de detección y respuesta ante amenazas para defender a las APIs contra una variedad de amenazas accidentales y dirigidas, incluyendo:
Las APIs vienen en todo tipo de forma y tamaño. Algunas incluyen:
Las APIs básicamente incluyen cualquier interfaz de programación que permite que los desarrolladores de software tengan acceso a e integren información o funciones de distintas aplicaciones a sus propias aplicaciones.
La ventaja de las APIs es que los desarrolladores no tienen que crear todas sus propias funcionalidades desde cero. En su lugar, simplemente pueden “tomar prestadas” funcionalidades de aplicaciones existentes para mejorar su propio software.
La seguridad de APIs es importante porque ayuda a las organizaciones a proteger la integridad de sus APIs, mantener protegida la información sensible o confidencial, y proteger sus reputaciones y la confianza de sus partners y clientes.
Esto es importante porque las organizaciones dependen cada vez más de las APIs para entregar productos, servicios e información de forma segura a través de varias plataformas y servicios. Incluyendo aplicaciones móviles, aplicaciones nativas y basadas en la nube, aplicaciones web y aplicaciones Software as a Service (SaaS).
La información que usan esas aplicaciones se ha vuelto un activo valioso y un elemento esencial para hacer negocios. Las APIs son la puerta principal y los canales de comunicación para la información que circula en estas aplicaciones. En caso de que se vean comprometidos, podrían haber serias consecuencias para la productividad, rentabilidad y estatus de marca, incluyendo multas, interrupciones a las operaciones e incluso consecuencias legales.
Debido a estos factores, las APIs se han convertido en un vector primario de ataque.
Una solución robusta de seguridad para APIs también ayuda a las organizaciones a mantener el cumplimiento con todas las leyes y regulaciones gubernamentales y de la industrial alrededor de la privacidad de datos, incluyendo GDPR (General Data Protection Regulation) y CCPA (California Consumer Privacy Act).
Conforme crece el uso de las APIs, el número, frecuencia y complejidad de los ciberataques y otros riesgos también aumenta. Algunos de los riesgos más importantes para la seguridad de las APIs son:
Conforme los ataques a las APIs se vuelven más comunes, empresas de todos los tamaños están en riesgo. Algunas de las empresas más grandes del mundo, incluyendo a Honda, Dell y T-Mobile, han visto sus APIs comprometidas en los últimos años.
En 2024, ataques y exploits a vulnerabilidades también comprometieron las cuentas privadas de cientos de millones de usuarios de servicios como LinkedIn, Facebook, Snapchat, Duolingo y X (antes Twitter).
En 2023, OWASP (Open Web Application Security Project) publicó una lista actualizada de los 10 Riesgos Más Importantes para APIs para ayudar a las empresas a identificar, comprender y protegerse ante las amenazas más serias para la seguridad de las APIs. La lista incluye:
Las soluciones de APIs combinan varias herramientas, tecnologías y mejores prácticas para proteger las APIs en cada parte de su ciclo de vida, desde el diseño y el código hasta su implementación y mantenimiento. Esto incluye:
Hay varias mejores prácticas que cada organización debería de seguir al momento de crear una estrategia de seguridad para APIs, para proteger tanto información como aplicaciones ante amenazas conocidas y emergentes.
Primero, las organizaciones deberían de hacer un inventario de todas sus APIs existentes para detectar y arreglar cualquier punto débil, falla o vulnerabilidad en su seguridad.
También deberían de implementarse una serie de mecanismos rigurosos de autentificación y autorización para monitorear y controlar quién tiene acceso a una API y a la información que contiene, incluyendo información como tokens OAuth (Open Autorization), controles de OpenID Connect (OIDC), claves de API y/o mTLS.
También se debería contar con medidas avanzadas de encripción para proteger la información ante robo, malos usos o accesos no autorizados. Además, se pueden usar restricciones de velocidad y cuotas de datos para ayudar a prevenir el abuso, mal uso o explotación de las APIs, preservar el ancho de banda, proteger el backend de las APIs, y mitigar el riesgo de que las APIs se vean abrumadas por ataques DDoS.
Por último, todos los sistemas y herramientas de seguridad para APIs deben de probarse regularmente y monitorearse continuamente para detectar vulnerabilidades, identificar fallas potenciales o fallas de configuración, y asegurar que las defensas de las APIs se mantienen actualizadas.
Conforme evoluciona la tecnología de las APIs, también lo hacen los vectores de ataque y los riesgos de seguridad. Esto es cada vez más importante debido a que las empresas están adoptando comunicaciones tipo agentic AI por medio de MCP (Model Context Protocol), el cual corre sobre APIs. Para abordar estos desafíos, la seguridad de APIs probablemente se apoyará más de tecnologías de inteligencia artificial (IA) como redes neuronales y machine learning.
Estas nuevas herramientas impulsadas por IA ayudarán a las organizaciones a mejorar sus capacidades de detección y respuesta ante amenazas, fortalecer sus defensas contra brechas de datos y ciberataques, y predecir y prevenir que las amenazas causen daños permanentes.
Otras tendencias de seguridad para APIs probablemente incluirán una creciente necesidad de realizar evaluaciones continuas de seguridad, la aplicación de estándares y mejores prácticas de la industria, y el cumplimiento con regulaciones aplicables de privacidad de datos. Prácticas como estas ayudarán a las organizaciones a proteger información valiosa y mantener la integridad, seguridad y resiliencia de sus APIs.
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API significa “interfaces de programación de aplicaciones” (Application Programming Interfaces en inglés). Las APIs son los frameworks que permiten que las aplicaciones móviles y web interactúen, compartan información y se comuniquen entre ellas.
La seguridad de APIs ayuda a las organizaciones a proteger las APIs contra ciberataques y a proteger información sensible, confidencial y propietaria ante robo.
Las APIs que usamos todos los días incluyen las de procesamiento de pagos, que le permiten usar PayPal para hacer compras en línea, la API de Google Maps que le permite rastrear paquetes o encontrar un Uber, y APIs de inicio de sesión que le permiten ingresar a sitios web usando sus cuentas de Facebook o Google.
La seguridad de APIs evita brechas de datos y ciberataques al limitar el acceso a las APIs y evitar que alguien acceda a ellas sin autorización.
Las APIs web usan HTTP para compartir información. Habilitar HTTPS puede encriptar la información compartida y proteger las comunicaciones entre la transferencia de estado representacional (REST) y los clientes HTTP.
Las APIs pueden protegerse usando una variedad de herramientas incluyendo limitación de velocidad, controles de autorización y acceso, validación de esquemas y mitigación de DDoS.
La autentificación de APIs verifica la identidad de los usuarios. La autorización de APIs controla a qué información o servicios se puede acceder.
OAuth 2.0 es un protocolo industrial de autorización que dicta, limita o gestiona cómo los terceros acceden a las APIs.
Las pasarelas de API protegen el tráfico por medio de la autentificación y control del acceso a la información conforme fluye entre las APIs y sus clientes o usuarios.
Los endpoints de APIs pueden protegerse usando herramientas como pasarelas de APIs, tokens, autentificación OAuth, políticas zero-trust y encripción TLS mutua (mTLS).
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