¿Qué es la gestión de amenazas?

La gestión de amenazas es un proceso de ciberseguridad utilizado por las organizaciones para detectar, prevenir y responder a ciberataques y ciberamenazas dirigidos a sus sistemas de TI, red y datos.

Hoy en día, las organizaciones se enfrentan a un sinfín de ciberamenazas sofisticadas e insistentes. La gestión de amenazas es una práctica activa e intencionada de trabajar para hacer frente a esas amenazas. Abarca las políticas, los procedimientos y los procesos que permiten a las organizaciones identificar, evaluar y protegerse contra todo, desde virus, filtraciones de datos y esquemas de phishing hasta ataques de inyección de código SQL, ataques de denegación de servicio distribuido (DDoS), amenazas de identidad y ataques de botnet.

La gestión de amenazas es una parte clave de la detección y respuesta a amenazas (TDR) porque ayuda a las organizaciones a identificar cualquier brecha en su superficie de ataque. Esto les permite predecir dónde es más probable que ataquen los agentes maliciosos, detectar amenazas activas y potenciales a su ciberseguridad y responder a ataques en su infraestructura de TI de la forma más rápida, eficiente y decisiva posible.

Componentes clave de una estrategia de gestión de amenazas

Una estrategia completa de gestión de amenazas incluye varios componentes clave para proporcionar la mayor protección posible. Estas incluyen:

  • Múltiples mecanismos de defensa coordinados para mejorar la postura de seguridad general de una organización
  • Supervisión y evaluación continuas para identificar vulnerabilidades
  • Detección proactiva de amenazas para descubrir ciberataques antes de que puedan causar daños indebidos
  • Planes detallados de respuesta ante incidentes para detener, mitigar y recuperarse de los ciberataques de forma rápida y económica

Gestión de amenazas frente a gestión de riesgos

Aunque la gestión de amenazas y la gestión de riesgos son herramientas importantes para la ciberseguridad, existe una diferencia clave entre ellas.

La gestión de riesgos es principalmente proactiva porque se centra en ayudar a las organizaciones a anticiparse y prevenir riesgos potenciales o hipotéticos eliminando cualquier defecto, debilidad o vulnerabilidad en sus sistemas antes de que ocurra un ataque, en lugar de lidiar con amenazas o ataques específicos después de que ocurran.

Por otro lado, la gestión de amenazas adopta un enfoque más reactivo de la ciberseguridad ayudando a una organización a detectar y defenderse de amenazas o ataques reales lo antes posible después de que ocurran y, a continuación, responder a esos incidentes de la forma más rápida y efectiva posible.

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¿Cómo funciona la gestión de amenazas?

Las estrategias de gestión de amenazas se basan en la información sobre amenazas líder en el sector más reciente para mantenerse por delante de las amenazas emergentes, obtener una mejor comprensión de la mentalidad, las motivaciones y los métodos de los cibercriminales y reducir el riesgo de daño de un ataque. Utilizando esa información, los procedimientos de gestión de amenazas siguen un proceso de tres pasos de identificación, evaluación y respuesta que se repite continuamente:

Paso uno: Identificación

El equipo de ciberseguridad lleva a cabo un exhaustivo inventario y análisis de la red, los sistemas y los procesos de TI de una organización para identificar cualquier defecto o vulnerabilidad.

Paso dos: Evaluación

Se evalúan todas las vulnerabilidades identificadas y se implementan diversas herramientas, prácticas y tecnologías de ciberseguridad para rellenar brechas, implementar nuevos controles de acceso y mejorar la capacidad de la organización para detectar, identificar y responder a ciberataques.

Paso tres: Respuesta

Por último, se implementan planes de respuesta y recuperación para prácticamente cualquier tipo de amenaza para permitir a las organizaciones responder a los ataques de forma más eficiente y aprender de incidentes pasados. Esto los posiciona para defenderse mejor frente a ataques similares en el futuro.

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Para acelerar los tiempos de respuesta y minimizar los posibles daños, las estrategias de gestión de amenazas generalmente incluyen supervisión continua en tiempo real y planes de respuesta rápida las 24 horas del día, los 7 días de la semana, que pueden ayudar a las organizaciones a lidiar rápida y eficientemente con cualquier incidente.

Las estrategias de gestión de amenazas también se pueden integrar perfectamente en las herramientas, políticas y operaciones de seguridad existentes para crear un enfoque más coordinado y cohesivo, mejorar la postura de seguridad de una organización y minimizar el riesgo.

Ejemplos de herramientas y tecnología de gestión de amenazas

Las estrategias de gestión de amenazas combinan una variedad de diferentes métodos de defensa en una única solución de seguridad coordinada. Esto incluye herramientas y tecnologías como:

Al igual que con muchas otras áreas de ciberseguridad, la IA y el machine learning (ML) han mejorado enormemente la efectividad de la gestión de amenazas en los últimos años. Además de analizar grandes cantidades de datos sin procesar, las herramientas de IA pueden aprender los patrones normales de actividad de una organización y detectar anomalías más rápido y con un mayor grado de precisión. Esto permite a las organizaciones identificar ataques cada vez más complejos y mejorar significativamente sus capacidades de detección y respuesta de amenazas.

Además, a medida que las organizaciones cada vez confían más en la infraestructura y los servicios de TI basados en la nube, las estrategias de gestión de amenazas también han evolucionado para incluir sistemas de seguridad basados en la nube como firewall como servicio (FWaaS), protegiendo los datos y gestionando las amenazas tanto en entornos en la nube como in situ.

Prácticas recomendadas para una gestión eficaz de amenazas

Las estrategias de gestión de amenazas más eficaces tienden a seguir algunas prácticas recomendadas clave. Estos incluyen el establecimiento de un marco de gestión de amenazas detallado y proactivo, evaluaciones periódicas de vulnerabilidades, modelado de amenazas, búsqueda continua de amenazas en tiempo real y el desarrollo de una serie de sólidos planes de respuesta ante incidentes.

También es esencial asegurarse de que los equipos de ciberseguridad reciban formación continua y actualizaciones periódicas para ayudarles a mantenerse al tanto de las amenazas emergentes y gestionar una amplia gama de ataques diferentes.

Por último, los sistemas de ciberseguridad automatizados pueden desempeñar un papel fundamental en la gestión de amenazas al permitir a las organizaciones detectar, analizar y responder a ciberamenazas y ataques con mayor velocidad y eficiencia.

¿Dónde puedo obtener ayuda con la gestión de amenazas?

Trend Micro Threat Intelligence ofrece información detallada sobre amenazas emergentes, vulnerabilidades e indicadores de compromiso (IoC), respaldados por más de 35 años de investigación global de amenazas. Con más de 250 millones de sensores, investigación de más de 450 expertos globales y el programa de recompensas por errores más grande del sector, Trend Zero Day Initiative (ZDI), proporciona una inteligencia sin igual para una seguridad proactiva.

Junto con las operaciones de seguridad (SecOps) de Trend Vision One, su organización podrá detectar, investigar y responder de forma proactiva con el poder de XDR, SIEM y SOAR. Correla eventos en endpoints, servidores, emails, identidades, móviles, datos, workloads en la nube, OT, redes y fuentes de información sobre amenazas globales, obteniendo alertas procesables de máxima prioridad y automatizando acciones de respuesta complejas.

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