Antes de las plataformas sin servidor, la arquitectura flexible era difícil de configurar y la capacidad de escalar hacia arriba y hacia abajo se volvió ineficiente. Los desarrolladores se distanciaban de la infraestructura sobre la cual tenían que desarrollar, haciendo que escribir código productivo y dinámico fuera cada vez más complicado.
Con las plataformas sin servidor ya no necesita preocuparse acerca de las complejidades de la infraestructura. Ahora los desarrolladores pueden enfocarse en lo que mejor hacen: escribir código y desarrollar aplicaciones seguras.